'Esquivé' otra flecha mientras me acercaba al esqueleto, es el segundo monstruo que voy a matar y puedo decir que son decepcionantes.
Me acerqué caminando con el suficiente cuidado por si tenía que esquivar otra flecha. El esqueleto disparó otra vez, después de 'esquivar' otra flecha estaba a un metro de distancia.
Levanté la espada de hierro sobre mi cabeza y la bajé con todas mis fuerzas golpeando su cabeza, empujándolo hacia atrás mientras salían partículas, señal de que fue un golpe crítico.
Di otro paso hacia adelante preparando otro golpe.
El esqueleto disparó antes de que pudiera golpearlo, la flecha me impactó empujándome hacia atrás, matando todo el impulso que tenía. Aunque la flecha me dio no hubo dolor, fue más una notificación del cuerpo de que sufriste daño en tu salud que dolor real.
Golpeé varias veces al esqueleto matándolo antes de que pudiera lanzar otra flecha.
El esqueleto desapareció, dejando un hueso y una flecha en el suelo. Cambié a una mano vacía guardando la espada. Me sequé el inexistente sudor de mi frente dándome cuenta que esto no es viable.
Tardé entre tres a cinco minutos para matar a un zombie y un esqueleto, esas son catorce de experiencia (siete cada uno) y necesito mil de experiencia para el primer nivel y cinco mil para el segundo, supongamos que son cinco mil más cada nivel hasta que vuelva a dar un salto.
Necesito ¿51,000 de experiencia? supongamos que puedo matar cinco monstruos en diez minutos, esos son trescientos cincuenta (siendo optimista), por seis son como dos mil.
51,000 entre 2,100 son ¿veinticuatro horas?
No suena tan mal ahora que hice los cálculos.
Teniendo en cuenta que solo estoy en el Servidor de Dios ocho horas diarias podría tardar una semana o dos. Aunque también depende de cuanto duren los días y las noches en el Servidor. Se me ha estado olvidando, pero podría preguntar en el chat.
Jagger: ¿Alguien sabe cuánto dura el día y la noche?
Gotler: Una hora cada uno a menos que duermas.
Jagger: Gracias ^_^.
Cerré el chat en el momento que tuve la respuesta. Esto duplicará la cantidad que tardaré en conseguir la habilidad, siendo honesto creo que tardaré como veinte días en lograrlo, los monstruos no aparecen tan seguido como hice los cálculos y la probabilidad de que me equivocara en los requisitos de experiencia por nivel es bastante probable.
Esto será eterno a menos que mate enemigos que den más experiencia, como el dragón (cinco mil de experiencia), el whiter (siete mil de experiencia) o un jugador (cincuenta de experiencia). Si un compañero está dispuesto a morir constantemente por ti, puedes matarlo una vez cada minuto (o dos o tal vez tres), mucho mejor que buscar zombies por el mundo, solo tendría que encontrar a alguien dispuesto a hacerlo.
Descarté la idea y seguí buscando monstruos creyendo que nadie querría estar muriendo durante horas solo para mi beneficio.
Cuando amanecía seguía talando árboles, paseando por la montaña, minando para ver si encontraba más hierro o persiguiendo un cerdo para tratar de montarme a él y por la noche iba de cacería a matar monstruos. No es la cosa más relajante por hacer, es como ir de día de campo, pero sin las preocupaciones de lesionarse, sin hambre y el aburrimiento de no hacer nada.
No subí ningún nivel antes de tener que 'despertar'.
~~~~~
"Hoy voy a ir a las oficinas para finalmente tener luz, ¿quieres ir?", le dije a Rachel que estaba comiendo pizza fría del día anterior.
Estuve atento por si Rachel volvía a tener problemas de control al despertar, pero no apareció ningún humo negro que me preocupara.
"Sí", dijo Rachel después de pensarlo.
"¿En serio?", pregunté dudoso.
"Sí, te acompaño", dijo Rachel segura.
Eso fue raro. Pregunté por educación, las personas no suelen querer acompañar a alguien a un lugar donde van a estar sentados durante horas, sin entretenimiento y casi en completo silencio así que no esperaba que aceptara.
"Bien".
~~~~~
Estábamos sentados en las sillas de la recepción para conseguir luz eléctrica y ¡era aburridísimo! Dejaría que lo hiciera el asistente que me prometió Batman, pero siendo honesto, no me quiero acercar a Megan todavía, primero quiero pedir, por inútil que pueda ser, los consejos para evitar a un telépata en el Servidor de Dios.
Solté un gran suspiro cargado de cansancio y exasperación por la espera.
"¿Estás deshaciendo tu mano?", dijo Rachel con una voz y una mirada acusatoria.
"Sí", confirmé.
Empecé a deshacer mi mano en cuanto me aburrí (como a los cinco minutos de espera) de manera discreta, cruzando los brazos y deshaciendo la mano que termina semioculta.
He tenido mucho tiempo para pensar y me di cuenta que Rachel tiene razón, mantendré mis poderes 'ocultos' hasta que me convierta en una celebridad local, lo que significa que ocultaré mi identidad cuando trabaje como héroe, muy posiblemente con una máscara de cerámica o arcilla sin orificios para poder 'absorberla' en mi cabeza y seguir viendo.
"Eso no es justo", susurró Rachel.
"Bueno, si hubieras seguido practicando echar humo solo por tu mano podrías estar haciendo lo mismo", dije suavemente.
Rachel se enfurruñó. Pero es culpa de ella, si suponemos que conseguimos nuestros poderes al mismo tiempo, yo estoy mucho más avanzado que ella y eso que estaba haciendo planes y salvándole la vida esa semana.
~~~~~
"¿Ya podemos entrenar?", preguntó Rachel en la casa, después de casi cinco horas para poner los servicios públicos.
"Sí, si quieres volver a bañarte con agua fría mañana", dije señalando el calentador de agua.
Rachel dudó. Sopesando la decisión de jugar con sus poderes mágicos… o bañarse con agua helada otra vez.
"Bien, pero después de esto entrenamos".
"Está bien".
Me acerqué al calentador, pero me detuve antes de levantarlo.
"¿Sí sabes que puedes usar tu poder en todo momento? Puedes usar tu poder mientras comes, caminas o ayudas a poner un calentador de agua", dije mirándola a los ojos.
Esa es la diferencia entre ella y yo. Yo lo hago cada vez que estoy aburrido, ella busca el momento correcto. Y créeme que voy a estar aburrido en un mundo sin miles de videos, juegos y memes en el celular.
Rachel comprendió lo que quería decir y lentamente comenzó a salir humo negro de su cuerpo.
"Solo mantenlo bajo, no hace falta hacer una señal de humo y de preferencia dentro de la casa para que nadie te vea", dije levantando el calentón. Calculé que el culto de Trigon tardaría dos meses en encontrarla siempre que no aparezca un video de Youtube mañana.
Otra diferencia entre su poder y el mío, es que el mío se trata de 'soltar' y 'relajar', mientras el suyo se trata de concentrarse y esforzarse.
Instalé el calentador de agua en la pared, lo conecté a la toma de agua y luego a la de gas, todo en quince minutos fue más fácil de lo que esperaba, pensé que iba a terminar rompiendo una manguera, pero no sucedió.
"¡¿Qué tal está?!", le grité a Rachel que estaba en el baño probando la temperatura del agua.
"¡Está muy caliente!".
Bajé la temperatura del calentón al mínimo, pero dejé el flujo del agua al máximo.
"¡¿Y ahora?!", grité otra vez.
"¡Sigue caliente!".
Bajé la del flujo del agua, dejando los dos al mínimo.
"¡¿Qué tal ahora?!".
"¡Sigue caliente!".
Aumenté la temperatura, pero dejé bajo el flujo de agua. En mi opinión, eso debería de calentar más el agua, no enfriarla, pero es la última opción que hay.
¡Está más caliente!", gritó Rachel para después murmurar una maldición en voz baja al quemarse.
Sí, no fue la mejor idea, pensé. Volví a configurarlo como creo que debería de ser: flujo de agua alto y temperatura baja y fui al baño a verificarlo por mí mismo.
Rachel me dio espacio para entrar a la regadera, metí la mano en el agua y…
"Estúpido", murmuré para mí mismo molesto.
Y mi mano se deshizo, cayendo lodo en el suelo y siendo drenado por el desagüe.
Respiré hondo, dejando ir la molestia antes de hablar.
"No puedo bajar más la temperatura, tendrás que arreglártelas, en unos días le llamo a un plomero para que lo arregle", dije.
"...Sí", dijo Rachel observando mi mano que se cayó, juzgando, analizando…
Reformé la mano sin gustarme como me veía.
~~~~~
"¿Al final estás durmiendo?", preguntó Rachel curiosa mientras me aseguraba que puse bien la manguera de gas de la estufa para no morir ahogados (Rachel, yo no).
"No", contesté.
"¿Y qué haces en las noches? No digas que me ves dormir", dijo Rachel sin hablar en serio de que la veo dormir.
Pero no pude evitar hacer una mirada de asco ante la idea de pasar ocho horas viendo dormir a alguien, y no solo a alguien si no a una niña de trece años. Eso se siente demasiado ilegal para mi gusto.
"Eso fue muy ofensivo", dijo Rachel.
"No, no te veo dormir", dije ignorando el último comentario.
"¿Y qué haces?".
Me quedé quieto dudando si decir la verdad. En este momento evitaría el tema como con la Mini Liga de la Justicia. Lo considero un asunto personal y como no les incumbe prefiero no decirlo (especialmente que no lo sepa Batman porque va a ser un fastidio si lo sabe).
Pero a ella sí le incumbe, no en lo que hago en el Servidor, sino el hecho que durante ocho o diez horas al día no puedo ayudarla en absolutamente nada, sin importar lo que suceda, mientras no salga del Servidor no me enteraré de nada.
Y no sería un problema si la intentan secuestrar por la noche, ya que la Liga de la Justicia se encargará. Excepto que los héroes tienen la reputación de resolver problemas, no de evitarlos. Así que sería secuestrada, pero rescatada mientras posiblemente ocasiona el fin del mundo.
Y qué clase de adulto responsable sería si me entero diez horas después… cuando sucedió en la misma casa… a diez metros de distancia.
"Bueno, empezaré desde el principio. Mis poderes fueron otorgados por un Dios".
"¿Cuál Dios?", interrumpió Rachel probablemente buscando contexto basado en el concepto que encarna cada Dios de los diez mil que hay.
"No lo sé, solo sé que fui elegido como muchos otros por jugar el juego que Dios creó", dije. No es exacto lo que dije, pero no es importante.
"¿Qué juego es?", dijo Rachel más confundida sin entender a lo que iba.
"Uno de supervivencia, no es importante. Siendo bendecido por un Dios, puedo entrar a lo que Dios llama: El Servidor de Dios".
"Donde puedo jugar el mismo juego de antes y ser recompensado por Dios por jugar. Tal vez en unos años pueda ser un cincuenta por ciento más fuerte que ahora. Eso es lo que hago por la noche".
"Muy… útil", dijo Rachel pensativa.
"Tiene sus desventajas, mientras estoy en el Servidor no puedo saber nada de lo que sucede en el exterior así que podrían estar matándome y no sabría nada. Así que estoy saliendo cada hora para asegurarme de que todo está bien", diciendo una ligera mentira al final, pero como voy a empezar a hacerlo no cuenta.
"Es el momento de seguir experimentando tu magia", dije cambiando el tema.
Rachel siguió silenciosa y pensativa, se notaba que tenía más preguntas, pero se las guardó puede ser por mi reticencia o la vaguedad de mi relato. Agradezco que lo haya hecho, preferiría tener esta conversación durante todo el mes, una pregunta por día mientras comemos o hacemos otra cosa.
Se notó cuando Rachel dejó el tema para después y se concentraba en lo que íbamos a hacer.
Cuando terminó la conversación ya estábamos en la sala, me senté en el piso y me di cuenta de que necesito un sillón… y una televisión.
Eso será lo último que compre este mes, un sillón, la televisión y el mandado. Pero eso lo haré mañana.
"¿Pudiste solidificar tu magia ayer?", pregunté cuando Rachel se sentó en el suelo conmigo.
Aún no estoy seguro de cómo llamar el estado de su magia, me falta un título de estudios sobre la magia, prefiero llamarlo solidificar que manifestar, concentrar, condensar o endurecer su magia.
"Lo intenté unas veces, pero no pude hacerlo".
Asentí.
"¿Puedes…?", dije haciendo una señal con la mano.
"Sí", dijo Rachel antes de comenzar a humear reiniciando el ciclo de echar humo, cansarse u olvidarse y luego volver a empezar.
"¿Qué es lo que intentaste?".
"Intenté controlarlo, evitando que se dispersara y juntarlo para formar otra piedra. Pero no funcionó y luego pensé en mucho humo en un solo segundo para no tener que concentrarlo, así podría salir una piedra o muchas piedritas en vez de humo, pero tampoco funcionó", informó Rachel amargada por sus fracasos.
"¿Eso es todo?".
"Sí, después de eso me concentré en hacer que solo saliera por la mano, pero tampoco veo muchos avances".
Siendo honesto, esperaba más pruebas, intentos o experimentos, solo dos suenan muy pocos, si yo estuviera en su lugar habría intentado unos cinco antes de rendirme.
"Dijiste que para usar tu poder era como cruzar una cuerda por una entrada en tu cabeza, ¿verdad?", dije pensativo buscando una idea.
"Sí, algo así".
Asentí mentalmente encontrando la metáfora adecuada.
"Imagina que eres la central eléctrica, tú provees electricidad a las casas, pero las casas no tienen instalada una conexión para utilizar esa electricidad".
"¿Qué?", preguntó extremadamente confundida.
"¿Qué parte no entendiste?" dije frunciendo el ceño, la metáfora era bastante simple para no entenderla.
"Todo. Podrías simplemente decirlo normalmente".
"Bien", dije. Tampoco me gustan mucho las metáforas, pero creo que ayudan a recordar cómo funcionan diferentes cosas que no sueles usar.
"Quiero decir que la cuerda es la magia que estás controlando y la puerta es la separación de tu cuerpo, antes de cruzarla estás controlando la magia dentro de tu cuerpo, al cruzarla estás controlándola fuera de tu cuerpo. Creo que estás soltando tu control al cruzar la puerta, por eso se hace humo".
"Eso es mucho más claro".
Rachel guardó silencio y cerró los ojos para concentrarse en su yo interior.
Yo no podía ver nada de eso, así que estaba esperando a que su humo cambiara para saber qué funcionó.
El humo seguía saliendo de ella, poco pero constante, tiene un flujo hipnotizante como ver el fuego arder. Hasta que el flujo cambió, un trozo de brasa saltó ligeramente de ella para poco después esfumarse en humo.
Volvió a suceder cada vez más, trocitos de magia sólida saltaban de ella, no siempre los veía, porque saltaban por todos lados, de la cabeza a las manos, luego a la espalda, sin ningún control. Y siempre se deshacían poco después.
Me acerqué a Rachel queriendo agarrar un pedacito antes de que desapareciera.
"¿Qué estás haciendo?", dijo Rachel mirándome con los ojos muy abiertos.
"Quiero ver si puedo agarrar uno de los grumos que emites", dije.
"¡¿Está funcionando?!", dijo sin esperarlo.
"Si llamas funcionar a algo que es más pequeño que mi dedo y desaparece después de un segundo, entonces sí".
"Continúa, quiero atrapar uno", dije.
"Bien", dijo Rachel, esta vez no cerró los ojos para concentrarse.
Su magia se disipa tan rápido que tengo que estar inclinado hacia ella para tener una oportunidad de agarrar uno y estar inclinado frente a ella parece que estoy apunto de besarla. Me moví hacia un lado para no estar incómodamente cerca de su cara.
Rachel comenzó a emitir humo otra vez. Estaba observando su brazo, preparado para estirar mi brazo y agarrar uno cuando saliera.
Era difícil de ver, era un objeto negro rodeado de humo negro.
"¿No puedes hacer que salga uno por tu brazo?", pregunté después de ver pocos y sin capturar alguno.
"No es tan fácil".
"Bien, lo haré yo".
Me concentré completamente, respirando mínimamente, mis ojos concentrados en notar cualquier cosa diferente para agarrar lo que vea sin importar si es un mosquito volando o un trozo de magia.
En cuanto lo vi, estiré la mano agarrándolo.
Sentí cómo se rompía la magia cuando devolvía la mano junto a mi cuerpo.
El humo salió hacia arriba cuando abrí mi mano.
"Era más frágil de lo que esperaba", dije.
"Sentí cómo lo rompías", dijo Rachel frunciendo el ceño.
"Eso es bueno, lo podrías usar para aprender y si no, siempre es bueno saber si alguien destruyó tu magia".
Me levanté del suelo decidiendo que era hora de hacer comida y que ya no iba a aprender nada nuevo sobre su poder.
"Voy a empezar a cocinar", le avisé a Rachel.
"¿Esto es todo lo que vamos a practicar hoy?".
"Sigue practicando, no necesito tu ayuda para cocinar. Te recomiendo que te concentres en solo emitir magia en tu mano para que puedas entrenar donde sea y no solo en la casa".
Rachel dudó si levantarse para ayudarme, pero finalmente decidió seguir practicando, aunque no sé si decida seguir mi consejo.
Si se hubiera levantado para ayudarme, la enviaría a seguir practicando, no me gusta la ayuda para cocinar a menos que sea para muchas personas y una persona no cuenta como muchas.
Comencé a cocinar unos espaguetis mientras pensaba que sería un muy buen mago, cada duda que ha tenido, lo he sabido manejar.
Hubiera sido mejor un mago que un hombre de arena, levanté la mano tratando de transformarla en una espada, un martillo, cualquier cosa, pero nada sucede.
Seguí observando a Rachel cómo en ocasiones seguía mi consejo y a veces hacia lo que prefería hasta que la llamé para comer.
"A las seis habrá una reunión en el Servidor de Dios, así que en un momento me retiro", le dije a Rachel que estaba sentada comiendo sobre la mesa. Tengo la duda de si aún se subirá a la mesa para comer cuando tenga sillas.
"¿Va a durar mucho?".
"No lo sé, es la primera reunión a la que voy. Así que entre unas horas y toda la noche. Para que no me esperes para la cena", dije agarrando una papa frita entre mis dedos, sintiendo el crujido al masticarla, se siente mucho mejor que la pizza.
"Entiendo", dijo Rachel.
"Por cierto, te va a tocar lavar los trastes".
Prácticamente pude ver su línea de pensamiento, no quería hacerlo, pero recordó que mi mano se deshizo en la regadera y que no podía hacerlo yo.
"Yo me encargo", dijo sin rechistar ni quejas.
Ni siquiera puedo lavar los trastes, pensé molesto.
Agarré un espagueti con mi tenedor y al comerlo me di cuenta que prefiero las cosas que crujen que las cosas blandas.
~~~~~
Entré al Servidor exactamente a las seis en punto. Aparecí en el spawn como ya era usual, miré alrededor de la plaza y… no había nadie.
No me dijeron el lugar exacto de la reunión, pero juraría que era en el spawn.
Hice lo que más odio, esperar.
Me senté a esperar en un banco con vista donde aparece la gente.
Quince exageradamente largos minutos tardaron para que apareciera la primera persona.
"¿Soy la primera persona en llegar?", dijo el recién llegado acercándose a mí.
"Sí", contesté.
"¿Sabes a qué hora llegarán los demás? Sabes qué, olvídalo ahora vuelvo cuando haya más personas", dijo, para justo después desaparecer en el aire.
Solté un gran suspiro de la exasperación y seguí esperando.