Cherreads

Chapter 10 - Capítulo 10: El Santuario Temporal y la Fusión Definitiva

Las palabras de Trunks, cargadas de desesperación, resonaron en mi mente mucho después de haber repelido a los Androides, dejando otra ciudad en ruinas. "¿Cuánto más podemos seguir así?" Esa pregunta, la misma que me hacía a diario. La respuesta, hasta ahora, había sido siempre la misma: "hasta el final". Pero el final se sentía más cerca con cada destrucción, con cada vida perdida.

Necesitaba un avance. Un salto exponencial. La Forma Mística era poderosa, una ventaja clave que los Androides no comprendían, pero aún no era suficiente para su invencibilidad energética. Y aunque Trunks había alcanzado el Super Saiyajin, yo aún no lo había hecho en este cuerpo. Mi enfoque en la Forma Mística me había llevado por un camino diferente, pero sentía que el poder base del Super Saiyajin era esencial, un multiplicador que potenciaría todo lo demás.

La solución, la única solución real, vino a mí mientras observaba el cielo, teñido por el humo de la última batalla. La Sala del Espíritu y el Tiempo.

Volví a la Capsule Corp., donde Bulma ya estaba analizando los datos del último enfrentamiento. Su rostro estaba sombrío.

"Mamá", dije, mi voz llena de una nueva determinación. "Necesito ir a la Sala del Espíritu y el Tiempo."

Bulma se giró, sus ojos se abrieron con sorpresa. "¡Gohan! ¿Estás seguro? Es... es un lugar peligroso. El tiempo fluye de manera diferente. Un día fuera son muchos años dentro. Y las condiciones son extremas."

"Lo sé", respondí. "Pero es la única manera. Un mes en el exterior es casi una década allí dentro. Necesito ese tiempo. Necesito dominar completamente la Forma Mística, llevarla a su cúspide, y al mismo tiempo, despertar el Super Saiyajin en mí. Integrar ambos poderes. Es la única esperanza."

Trunks, que acababa de entrar, escuchó mis palabras. "¡Iré contigo, Gohan! Podemos entrenar juntos. Puedo alcanzar el Super Saiyajin completo, y tú..."

Negué con la cabeza. "No, Trunks. Esta vez, tienes que quedarte. Tu misión es vital. Eres la única defensa real que queda fuera para proteger los refugios, para dar la alarma. Tú eres la esperanza inmediata de la gente. Si algo me pasa allí dentro, tú serás la última línea de defensa. Además, tu entrenamiento de guerrero fantasma es más crucial aquí afuera."

Trunks quería protestar, pero la seriedad en mis ojos lo detuvo. Sabía que era una decisión necesaria. Él se encargaría del exterior, del presente que se desmoronaba. Yo me encargaría del futuro.

"Y además", añadí, una pequeña sonrisa formándose en mis labios, "no estoy seguro de que el lugar pueda soportar a dos Saiyajin con nuestras ambiciones de poder. Podríamos derribarlo antes de que seamos lo suficientemente fuertes."

Bulma me miró con preocupación, pero también con una nueva chispa de esperanza. "Necesitaré unos días para preparar la nave para llevarte. El acceso a la Sala está en el Templo de Kami. Y necesitas provisiones. No es un picnic, Gohan."

"Gracias, mamá", le dije. "Prepara todo lo que puedas. No hay tiempo que perder."

Cuatro días después, me encontraba de pie frente a la imponente entrada de la Sala del Espíritu y el Tiempo en el Templo de Kami, un lugar que había visto incontables veces en el anime. El aire era denso, cargado con una sensación de inmensidad. Bulma me dio un abrazo apretado.

"Vuelve a salvo, Gohan", susurró. "Te esperaremos. No importa cuánto tiempo pase aquí afuera."

Trunks, a su lado, me dio un puñetazo amistoso en el hombro. "No te rindas, Gohan. Te estaré esperando. Y cuando salgas, ¡vamos a acabar con esos Androides juntos!"

Asentí, una sonrisa genuina en mi rostro. La carga de la esperanza de este mundo pesaba sobre mí, pero también me impulsaba. Era mi oportunidad final.

Entré en el portal blanco, la inmensa extensión vacía de la Sala del Espíritu y el Tiempo me recibió. Aire denso y pesado, un horizonte infinito y blanco que se perdía en la nada. El silencio era absoluto, roto solo por el sonido de mi propia respiración.

Aquí, el tiempo no era un enemigo, sino una herramienta. Aquí, no había distracciones, solo el implacable auto-perfeccionamiento. Primero, me concentraría en el Super Saiyajin. Necesitaba esa explosión de poder, esa transformación visceral. Y luego, dominaría la Forma Mística hasta un punto que desafiara toda lógica. Fusionaría ambos aspectos de mi ser hasta que fueran uno solo, una sinergia inquebrantable.

Sabía que no sería fácil. El entrenamiento sería solitario, brutal. Me enfrentaría a mis propios límites, a mis propios miedos. Pero cada golpe, cada meditación, cada momento de frustración, sería un paso hacia la salvación de este mundo.

"Androides", murmuré en el vacío infinito, mi voz resonando en el silencio. "Preparen sus circuitos. Porque cuando salga de aquí, no sabrán lo que los golpeó."

La era de la paciencia había terminado. La era de la victoria estaba a punto de comenzar.

More Chapters