Boom.....
Booooooooommmmmm....
Baaangggggg.....
El cielo que caía bajo el mundo ardía, era de un color rojo.
No quedaba nada, el mundo había sido completamente destruido.
Ya no había nadie con vida.
Damian corría con el corazón lleno de adrenalina..
Su cuerpo estaba destrozado, la piel rasgada por heridas viejas y nuevas eran muy evidentes a simple vista.
la sangre tibia le escurría por su piel, casi pareciendo una segunda piel.
La espada que empuñaba era más una extensión de su voluntad que un arma, pues está ya no contaba con filo.
La pistola en su cinturón estaba descargada hacía días, pero aun así la conservaba.
Crackkkkkkkk
El suelo bajo sus pies crujía como si el mundo mismo estuviera a punto de colapsar.
La ciudad, que alguna vez fue gloriosa, ahora era un cementerio de cadáveres.
Una sinfonía de muerte llegaba a etse lugar..
Todo estaba repleto de sangre, parecía un río.
El fuego y el humo se mezclaban.
La sangre junto con el polvo se podía respirar en cada rincón del planeta.
Por supuesto, la culpa de este desastre la tenían monstruos que habían salido de las llamadas 'puertas'.
—¡Maldita sea...! —gruñó Damian, sintiendo cómo su cuerpo flaqueaba. La sangre se deslizaba por la comisura de su boca con un sabor metálico y familiar. Su aliento se volvió una nube caliente en el aire envenenado.
GRRRAAAUHHH.
El rugido lo hizo estremecer.
La criatura que ahora lo perseguía parecía un experimento fallido de la naturaleza: cabeza de serpiente, cuerpo de oso, rugido de león. Como si los tres horrores se hubieran fundido en uno solo. Pero lo peor no era eso…
Hormigas.
Cientos.
Miles.
Enjambres deformes, mutados, fusionados con restos de otros seres.
Mandíbulas imposibles, patas como cuchillas, ojos que no eran ojos.
Una pesadilla viviente que se retorcía y devoraba todo a su paso.
Ellos salen de una puerta grado +SSS.
Realmente la humanidad habia sido extinguida, el único sobreviviente en este mundo era él.
Damian sintió náuseas.
Su estómago se le revolvió con un asco que quemaba cada vez que volteaba hacia atrás.
"Ugh, qué asco…"
Corrió.
Corrió como si el infierno entero lo persiguiera.
Porque lo hacía.
Cada paso era un suplicio para el.
Crackkk.... Crackkkkkkkkk..... Tapppppp
La tierra temblaba con cada movimiento del monstruo, una vibración sorda que se sentía más en los huesos que en los oídos.
Las rodillas de Damian empezaban a ceder.
El polvo lo ahogaba.
El dolor lo devoraba.
Tenía que correr.
Pero su cuerpo ya no podía, pues antes de eso se había enfrentado a una especie de pajarraco.
Se quitó todo lo que le pesaba.
El cinturón.
Una pistola sin balas, realmente en este momento no le importaba.
El sonido de la espada ya desgastada resonó en sus oídos..
Las pocas herramientas que traía consigo ahora estaban en el suelo.
Todo.
Absolutamente, todo lo que traía encima de el las tiro.
Incluyendo una botella de agua o al menos lo que parecía ser una botella.
Taaakkkk.....
Cada golpe metálico parecía una burla cruel como una campana que anunciaba su muerte.
'Si no puedo ganar, debo huir'- Ese era el lema de Damian.
Una lección aprendida con sangre.
Desde niño lo tuvo que aprender, pues el apocalipsis había empezado cuando el tenía la tierna edad de cuatro años, cuando perdió a sus padres por culpa de una puerta de clase F tuvo que esconderse hasta un señor lo encontró
No había tenido ni infancia adecuada según decían ellos.
Algunos adultos decían que si hubiera algo 'sistema' como en las 'novelas web', la humanidad no hubiera perdido.
Una vez el anciano que me salvó de pequeño me entrego un libro, me dijo que era género shounen, me dijo que disfrutará algo de lectura.
realmente me gustó pero era el único 'tomo' según el anciano.
Realmente no se cómo era el mundo antes del apocalipsis, solo por relatos lo llegué a conoce.
En la era en vivo solo hay hambre, pues muchas personas murieron a causa de eso, la comida era realmente escala, al punto de que la que todavía existía era venenosa.
Todos tenían miedo, sobre todo las personas adultas que tenían familia.
La taza de natalidad ahora era inexistente, pues tanto como la madre e hijo morían a los pocos días morían.
Los monstruos no fueron los únicos, algunos humanos también eran malos si no tenías cuidado, ellos te traicionaban.
Realmente me hubiera gustado conocer el mundo que me contó ese anciano,, pero sabía que eso era imposible.
Además si Damian sobrevivió, no porque fuera fuerte, sino porque sabía cuándo correr y cuando tomar la iniciativa, al igual saber cuándo atacar al enemigo. Y esta vez le tocaba correr.
Pero no podía.
Si cuerpo en estos momentos no lo dejaba.
Era demasiado frustrante.
El cuerpo de Damian se desplomó frente a una pared derruida.
Su aliento era un jadeo ahogado.
Su pecho se movía con dificultad, como si respirar le costara más que pelear.
Era realmente frustrante no poder moverte como quieres.
Tosió sangre, tenía mucho dolor y además le recorría un frío que parecía como si un hielo te callera encima.
(Damian solo había visto hielo solo una vez y esa vez le tocó ir a pelear a una puerta de clase B, tenía solo 10 años, no tenía el equipamiento adecuado, solo un cuchillo.)
—Quería… vivir… —susurró, apenas un murmullo.
Damian no se había dado cuenta, pero las lágrimas ya corrían por su rostro.
Una risa amarga escapó de su garganta.
—Lo siento… No cumplí mi promesa.
El deseo número 5,895 era vivir hasta el final.
Cómo él era el más pequeño, todos acordaron dejarle sus últimos deseos antes de morir, sabían que era muy egoísta de su parte, pero realmente quería que el más pequeño viviera aunque sea en este infierno.
Pensaban que tal vez.... Tal vez en unos años la humanidad ganará y que el pudiera experimentar lo que en realidad es una vida normal.
Crackkkkkkkkk..... Clackkkk....
El suelo volvió a temblar con las pisadas.
GRRRAAAUHHH....
El rugido del monstruo fue como una campana.
El monstruo ya lo había alcanzado.
Damian levantó la cabeza con esfuerzo.
La criatura no se detuvo.
No se abalanzó.
Se deslizó como un líquido vivo, como si la gravedad misma se torciera para dejarlo pasar.
Tenía una mandíbula triple.
Primero una grande, como la de una serpiente, cubierta de baba oscura y vapor. Luego una segunda más interna, parecida a una araña, con colmillos curvos. Finalmente, una tercera que no parecía diseñada para matar, sino para triturar y desgarrar.
El hedor que soltaba era insoportable.
Damian intentó pararse pero solo tosió sangre.
Una garra lo alzó como si fuera una muñeca rota.
Lento, fue demasiado lento.
Todo su cuerpo temblaba.
El miedo lo dejó en blanco.
No podía pensar.
No podía moverse.
Era un niño otra vez.
—ah… —alcanzó a decir.
Y la mandíbula se cerró.
CRUNCH.
El sonido fue seco.
Podía escuchar claramente su piel desgarránd*se, huesos crujir y romperse.
La primera mordida le arrancó medio torso.
Sintió cómo su piel se abría como papel mojado.
Cómo el dolor superaba toda comprensión.
Cómo su espalda se quebraba.
Los intestin*s caían por la comisura de la mandíbula como hilos pegajosos y cálidos.
Damian no murió de inmediato.
Siguió consciente.
Era una desventaja de ser un 'despertado'.
Los despertados, solo tenían mejorados sus sentidos o su fuerza, pero no algo más allá de eso.
Chomp.
Un brazo desapareció.
Snap.
Un pie.
La criatura no comía como un depredador con hambre.
Comía como un niño aplastando insectos, era muy curiosa y demasiado torpe, pero se podía sentir un poco de diversión.
Damian sintió cómo su garganta era destruida..
El cráneo crujió.
Los ojos salieron de su órbita.
Su conciencia flotó, aún unida al cuerpo por un hilo cruel.
Y en ese instante final, solo pensó
"Me hubiera gustado vivir una vida como la que ellos me contaban, una vida realmente traquila" - Damian cero los ojos pensando que realmente solo era una leyenda lo que ellos le contaban.
Realmente me hubiera gustado vivir....
Damian se despertó desorientado, pensando en que por fin ya no tendría que pelear para sobrevivir.
Había mucha oscuridad a su alrededor, pero era una oscuridad que se sentía realmente cálida, así que decidio dormir otro rato sin pensar demasiado en las cosas.
Damian realmente estaba cansado.
.....
El silencio era realmente tranquilizador, se sentía muy tranquilo, realmente no quería salir de allí.
Había mucha paz, tanta paz que por primera vez en mucho tiempo, Damian no sentía dolor.
Realmente no dolía, era bastante cómodo.
No sentía miedo, tampoco sentía el peso del cuerpo herido.
Tampoco sentía la preocupación de que comería mañana.
Solo había un vacío, un vacío realmente cálido y acogedor.
¿Era esto la muerte?
No era tan terrible como lo imaginó.
No había nada.
Podía quedarse ahí.
Podía flotar para siempre.
.....
De repente Damian sintío un cosquilleo.
Primero suave, pero de repente un gran dolor lo lleno.
Sentía que su cabeza estaba siendo aplastada contra algo duro. Sintió que se le salían los ojos.....
La cabeza le dolía horrible
Trato de moverse, trato de todo y no pasó nada, lo único que quedaba era ser fuerte y aguantar ese dolor.
Pero... ¿Por qué sentía tanto dolor?- una línea interrumpió sus pensamientos
—¡Felicidades, es un niño!
Un estallido de luz lo golpeó.
Todo era un soNido de llanto.
Damian sintió como si fuera arrojado, todavía le dolía mucho la cabeza y su cuerpo.
No sabía lo que era, pues no podía abrir los ojos y eso le causaba aún más miedo.
Trato de abrir los ojos, hasta que en un intento lo logro.
Solo veía dos siluetas que parecían ser de mujer,
Veía todo borroso en ese momento lo que le hizo sentirse frustrado y empezó a llorar más fuerte.
La mujer parecía estar cubierta de sudor con ojeras y cabello violeta alborotado, pero sus ojos brillaban con una ternura infinita.
—Mi bebé… —susurró, acariciándolo con manos temblorosas.
No soy tu bebe.- aunque Damian estaba acostumbrado a que lo carguen por ser 'el mas joven', no le gustaba que lo toquen las personas que no están en su lista de autorizados.
Me ocasionaba asco por alguna razón
Damian seguía llorando de frustración por no gritarle que lo soltara, además su cuerpo no le obedecía.
Pero se congelo al darse cuenta de algo.
El aire no olía a sangre ni a polvo, tampoco olía sucio, de hecho olía raro.
Damian quedó en shock y empezó a analizar su entorno, aunque no podía ver, existían sus otros sentidos.
No se escuchaban explosiones, ni rugidos, ni zumbidos de enjambres.
Solo el sonido de voces suaves.
La risa de una mujer.
sintió cómo lo envolvieron en mantas suaves. El pecho cálido de su madre —su nueva madre— lo sostenía. El olor a leche lo sorprendió.
Una lágrima diferente a las anteriores rodó por su mejilla sin que supiera por qué.
—Shh… shhh… ya pasó… —dijo la mujer, meciéndolo con dulzura.
Nunca había sentido eso.
Nunca.
En su vida anterior, el afecto era un recuerdo borroso.
Su madre murió cuando él tenía cuatro o eso creía, tal vez fue antes, tal vez ni la conoció realmente. Solo recordaba esconderse, correr, sobrevivir.
Recordaba a ese anciano que lo cuido hasta que lo protegió y termino muriendo por su culpa.
Pero ahora…
Estaba en brazos de alguien.
Quiso hablar, decir algo, y quería preguntar muchas cosas.
Pero su garganta no emitió palabras.
Solo un débil llanto.
La mujer lo besó en la frente.
—Te llamarás Kian —dijo, sonriendo—. Mi pequeño Han …
"Kian", pensó.
Miró alrededor con ojos empañados.
No entendía mucho.
No era el mundo avanzado, destruido y gris de su vida pasada, estaba confundido..
El corazón de Kian —antes Damian— latía con fuerza en ese pequeño pecho. No por miedo. No por angustia. Sino por una emoción nueva, casi olvidada.
Esperanza.
Había vuelto a nacer...
Tal vez, ahora… sí podría vivir.
...
Dos días después.
Kian se acostumbraba poco a poco a su nuevo cuerpo.
Pequeño, torpe y bastante limitado.
No podía moverse mucho, pues su cuerpo no se movía como el quería.
No podía hablar, ni caminar. ni siquiera podía ver bien, pero podía sentir.
Tampoco podía entender el idioma
Era otro idioma, pero podía sentir las intenciones de la otra persona.
Los días eran tranquilos.
Demasiado tranquilos.
A veces le daban escalofríos.
El silencio ahora no traía muerte, sino descanso.
El sonido del agua hirviendo.
El canto de un pájaro.
El tintinear de cucharas.
Su madre lo cargaba a todas partes.
—Hoy amaneció soleado, bebé.
Y él la miraba atento con esos ojos que habían visto infinidades de muertes.
No tenían la inocencia de un lindo bebé.
A veces soñaba con su antiguo mundo.
El rugido.
Las hormigas.
Aquella figura invisible que atacaba sigilosamente a las personas y dejo más de 2,000 muertes.
Se despertaba llorando.
Pero ella siempre lo tomaba en brazos y lo calmaba.
—Shhh… ya pasó… estás a salvo, Han… —murmuraba, con la voz del cielo.
A salvo.
Sí, ella tenía razón.
Por fin estaba a salvo.
Era tan extraño.
Si existían los monstruos por supuesto que existiría una nueva vida, ya nada era imposible.
~~~~~~~~~~
En lo más profundo de la naturaleza, una energía antigua vibraba.
Algo había cambiado.
Una chispa nueva acababa de nacer.
Kian
Aquel que había sobrevivido ante innumerables pruebas del 'escritor'.
Aquel destinado a salvar este mundo, por fin había nacido.
Esa profecía llegó a manos de la iglesia.
Trataron de buscarlo, pero fallaron miserablemente.
Era realmente difícil buscar a alguien sin alguna pista.
Pero sabía que estaba a salvo, por lo menos, aún no era el momento de ir por el.
El mundo le había dicho que estaba con una buena persona que daría la vida por el.
Mientras eso pasaba Damian ahora conocido como Kian se encontraba descansando entre leche tibia y canciones suaves, el no sabía nada, pero el realmente es muy importante para este mundo.
Le esperaba un futuro realmente triste.
Un futuro lleno de sufrimiento.
Un futuro lleno de soledad.
El mudo realmente será cruel con ese pequeño niño, pero el mundo no le da pruebas que no podrá superar.
Y esa pequeña luz que podía salvar el mundo había vuelto por fin a su lugar de origen.
Sorpresivamente,, esa profecía llegó no solo a la iglesia si no a unas cuantas personas, por lo menos llegó a algunos seres que habitaban ese mundo al igual a los que no habitan este mundo, todo era realmente incierto
Pero la luna, emocionada porque por fin la luz más hermosa bajaría a este mundo, adornó el cielo con estrellas titilantes y un resplandor suave como un suspiro que limpio todas las impurezas malvadas que habitaban el mundo.. y los humanos, con el corazón palpitando, la llamaron " La Noche del Primer Latido de la Luz más pura"
Continuara.....